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La personalidad en todo ser humano consiste en su Aqliyya  (mentalidad) y su disposición (nafsiyyah). Su apariencia exterior, su cuerpo, su aseo y todos los demás aspectos son irrelevantes para su personalidad. Éstas son sólo apariencias superficiales. Sería superfluo pensar que cualquiera de ellas fuera un factor de la personalidad ó que afectara a la personalidad. Esto es debido a que el ser humano se distingue por su mente, y su conducta es indicativa de su elevación ó de su degradación. Como la conducta del ser humano en esta vida está de acuerdo con sus conceptos, entonces su conducta está inevitablemente entrelazada con sus conceptos, más allá de cualquier separación. Y la conducta humana está formada por las acciones humanas, realizadas para satisfacer los instintos y las necesidades orgánicas. Se actúa inevitablemente según las tendencias propias a la satisfacción. Por consiguiente, las ideas y las tendencias son la médula de la personalidad.


Esto es porque:


Los conceptos son el significado de los pensamientos, no el significado de las declaraciones. Pues una declaración denota un significado que puede o no existir en realidad.  En cambio el significado, que el pensamiento contiene, si cuya realidad es comprensible por la mente, ya sea una realidad tangible existente en el exterior o una realidad que se acepta que existe en el exterior, siempre que esta aceptación esté basada en una realidad tangible, será entonces un concepto. Aparte de esto, el significado de las palabras y las frases no se llaman conceptos; sólo son mera información.


Ahora bien, La formación de los conceptos ocurre como resultado de asociar la realidad con la información ó la información con la realidad, y como resultado de la cristalización de esta formación según la base ó bases con la que la información y la realidad son contrastadas cuando se asocian entre sí, es decir, según la comprensión personal de la realidad y la información al asociarlas, es decir, según la propia comprensión de ellas. Entonces, la persona adquiere la mentalidad que le permite entender las palabras y las frases, y comprende los significados y la realidad con la que se identifican, y luego puede emitir un juicio sobre esa realidad. Así pues, la mentalidad es la forma de entender ó comprender las cosas. En otras palabras, es el modo en que la realidad se asocia a la información, ó en que la información se asocia con la realidad, contrastándola con una base ó un número específico de bases. De ahí provienen las discrepancias entre mentalidades, tales como la mentalidad islámica, la mentalidad comunista, la mentalidad capitalista, la mentalidad anarquista y la mentalidad monótona. En cuanto a sus resultados, estas ideas determinan la conducta humana hacia la comprensión de la realidad. Determinan también su posición en términos de tendencia hacia la realidad, encarándola ó alejándose de ella. Además, proporcionan una tendencia particular y un sabor específico.


Las tendencias son los impulsos que motivan al ser humano a buscar satisfacción, entrelazados con las ideas que tiene de las cosas que se supone que proporcionan satisfacción. Estas tendencias son la consecuencia de la energía vital que empuja a satisfacer los instintos y las necesidades orgánicas, y la asociación entre esta energía y las ideas. Estas tendencias por sí solas, es decir, los impulsos entrelazados con las ideas sobre la vida constituyen al Nafsiyyah (disposición). Al nafsiyyah es el modo de satisfacer los instintos y las necesidades orgánicas. En otras palabras, es el modo en que los impulsos hacia la satisfacción están entrelazados con las ideas. Es, pues, una combinación de la asociación inevitable, que se produce de forma natural en el interior del ser humano, entre sus impulsos y las ideas que tiene sobre las cosas, entrelazadas con sus ideas sobre la vida.


Entonces,  Al Shaksiyya (personalidad) consiste en  Alaqliyya (La Mentalidad)   y Al Nafsiyya (La Disposición). Aunque la cognición ó comprensión es innata y existe en todo ser humano, la formación de la mentalidad es realizada por el ser humano. Aunque las tendencias son innatas y existen en todo ser humano, la formación de la disposición es realizada por el ser humano. Como la existencia de una base ó varias con las que la información y la realidad son contrastadas en el proceso de asociación es lo que hace cristalizar el significado para convertirse en idea; y como la combinación que ocurre entre los impulsos y las ideas es lo que hace cristalizar el impulso para convertirse en tendencia. Así pues, la base ó bases con las cuales el ser humano contrasta la información y la realidad en el proceso de asociación tienen la máxima influencia en producir una formación específica de la personalidad. Si esta base (ó bases), a partir de la cual se forma la mentalidad, es la misma a partir de la cual se forma Al Nafsiyya (disposición), el ser humano logra una personalidad que se distingue por un matiz específico. Pero si la base (ó bases) según la cual se forma la mentalidad, es distinta de la base según la cual se forma la disposición, la mentalidad será diferente de la disposición. Porque entonces contrastará sus tendencias con una base (ó bases) que están profundamente enraizadas en él. Entrelazará sus impulsos con ideas distintas a las que formaron su mentalidad. El resultado es una personalidad sin diferenciación, una personalidad con variaciones y discrepancias, con ideas distintas a sus tendencias. Porque entenderá las palabras y las frases y comprenderá los acontecimientos de modo diferente a sus tendencias.


       En consecuencia, el tratamiento de la personalidad y su formación sólo puede llevarse a cabo mediante el establecimiento de una base común para la mentalidad y la disposición humanas. La base para contrastar la información y la realidad cuando se asocien debe ser la misma a partir de la cual se asocian los impulsos y las ideas. Así, la personalidad se forma de acuerdo a una base y a un criterio común, y como resultado se produce una personalidad diferenciada.



Shaksiyya Islamiyah (La Personalidad Islámica)


Por


Taqiuddin an-Nabhani

  

 

  

                                              بسم الله الرّحمن الرحيم

                                                             La Personalidad